En este espacio,realizaremos un recorrido que enlazará el pasado y el presente de un concepto que es clave para comprender la Biología actual: La evolución biológica de las especies.
¿Por qué seleccionamos para este Blog el concepto de Evolución desde un enfoque histórico?
Partimos de considerar a la evolución como un hecho, y esto no es poco pues sabemos que hay pocas certezas en Biología.
Nuestra mirada es evolutiva.
Sin embargo esta mirada no encontró aceptación tan rápidamente. Durante siglos la humanidad sostuvo ideas creacionistas sobre el origen de los seres vivos, y su posterior inmutabilidad, es decir que las especies que actualmente se encuentran no habían experimentado ningún cambio desde su origen, ideas que conocemos como el paradigma del fijismo.
Si bien algunos filósofos de la antigüedad tenían ideas transformistas, y consideraban posible que los seres vivos cambiaran, predominaba el pensamiento aristotélico y no fue hasta principios del siglo XIX que estas ideas empezaron a tener eco en la comunidad científica.
A su vez, durante el mismo siglo aún persistía otra creencia sobre el origen de los seres vivos, la Generación Espontánea, sostenida desde la filosofía griega por más de 2000 años, que daba por sentado que las formas de vida inferiores (gusanos, moscas, serpientes y ratones) surgían de la materia inerte.
En este marco conceptual, surgió la idea de cambio, de evolución. Con la aparición de evidencias provenientes del registro fósil, la biodiversidad y la biogeografía, entre otras, comenzó a aceptarse la idea de modificación en los seres vivos y se sucedieron y confrontaron diversas explicaciones en torno al por qué de este hecho.
Estas ideas encontraron resistencia, en un principio por la Iglesia, la sociedad e incluso la comunidad científica, ya que hacia el final del siglo XIX el destierro de la Generación Espontánea de la mano de Louis Pasteur, fue tan abrumador, que la pregunta por el Origen de los seres vivos permaneció en silencio por muchos años.
